La actitud clave en emprendedores

La Real Academia Española indica que la palabra actitud es un término que proviene del latín actitudo. La actitud es el estado de ánimo que se expresa de una cierta manera.

Las actitudes pueden ser positivas y negativas:

• Las actitudes positivas ayudan a las personas a enfrentar la realidad de una manera proactiva, sana y efectiva.

• Las actitudes negativas llevan al individuo a formarse una realidad completamente distorsionada y afectan su relación con todo lo que le rodea.

Las actitudes en el individuo no sólo lo afectan a él, sino al grupo en donde se desenvuelve, para bien o para mal. Se componen de tres elementos:

• Lo que se piensa (componente cognitivo).

• Lo que se siente (componente emocional).

• Lo que se manifiesta: pensamientos y emociones (componente conductual).

Estos tres componentes se deben mantener en armonía para lograr un efecto positivo y efectivo dentro del resultado esperado, generando con ello realidades acertadas.

Un individuo emprendedor necesita tener una actitud positiva y de servicio, en donde no tema a los riesgos, ni fracasos. Un emprendedor intenta lograr su meta, tantas veces sea necesario. Quiere crecer y ayudar a crecer a otros.

Las iniciativas de emprendimiento requieren de grupos de trabajo, conformado por personas con actitudes positivas compartidas, profesionalismo y creatividad, tres elementos que constituyen pilares fundamentales para lograr el éxito.

No importa que los integrantes del equipo sean distintos con pluralidad profesional, social e incluso intelectual, lo más importante es compartir la misma actitud positiva, sentido del emprendimiento, creatividad y profesionalismo. La presencia de todos estos elementos es lo que distingue efectivamente los grupos de alto rendimiento, de cara a este tipo de iniciativas, en entornos cada vez más complicados.

Para lograr equipos de altos desempeño en iniciativas de emprendimiento, se requiere –además de garantizar la profesionalización del equipo– generar inducciones de orientación del pensamiento para lograr actitudes positivas frente a cualquier circunstancia personal, profesional y del entorno.

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