No encuentro trabajo y estoy desesperado. ¿Qué hago?

Se te acaban las prestaciones laborales, se te cae la casa encima, no llegas a fin de mes… Y todo ello por ese nuevo empleo que no acaba de llegar. Y es que, por mucho que lo intentas, parece que se te resiste. Si éste es tu caso, es el momento de cambiar de estrategia.

Antes de nada, lo más importante es no perder la calma y no frustrarte. Es posible que, por mucho que te esfuerces en enviar curriculums y responder a ofertas de trabajo, el método que estás empleando no sea el ideal. Quizás lo fuera hace unos años, pero la rapidez con la que evoluciona el mercado laboral lo ha convertido en una táctica obsoleta.

Lo primero que debes hacer en estas circunstancias es cambiar tu visión sobre el despido o las condiciones en las que perdiste tu trabajo anterior. Mentalízate: el empleado ha dejado de ser un simple peón que puede ser descartado en cualquier momento, para convertirse más bien en un proveedor de servicios. Por lo tanto, si tu anterior compañía ha optado por prescindir de tus servicios, considera que has perdido un cliente, no una parte importante de tu vida. Es hora de empezar a ver el desempleo como un período de transición, e incluso, de mejora: ¿por qué no aprovechar para ampliar tu formación, o replantearte hacia dónde quieres orientar tu carrera?
Ten presente que tu preparación y valía profesional siguen intactas: continúan siendo las mismas que cuando fuiste contratado. Lo que realmente ha cambiado son los números en la empresa o la estrategia de negocio. ¿Por qué echarte las culpas de algo ajeno a tu rendimiento?

Aunque al principio pueda resultarte difícil, aprender a encajar esta nueva situación te ayudará a afrontar la búsqueda de manera más positiva y con energías renovadas, lo que también puede proporcionarte resultados mucho más esperanzadores.

Otra parte importante del plan de acción consiste en adaptar tus canales de búsqueda a las necesidades de las empresas. Aunque entregar un curriculum en mano puede ser de gran ayuda, recuerda que es posible que este método por sí solo no funcione. Debido al auge de Internet y las nuevas tecnologías, necesitarás llevar a cabo acciones que hace apenas unos años te hubieran resultado impensables: cuidar de tu reputación online (eso incluye tus fotografías y comentarios publicados en redes sociales), practicar el networking, actualizar permanentemente tu formación… Nadie dijo que buscar trabajo fuera fácil.

Y ya que hablamos de estudios, otro aspecto fundamental consiste en mejorar tu empleabilidad. Si llevabas mucho tiempo realizando las mismas funciones, es probable que necesites refrescar tus conocimientos, o incluso, que debas reorientar tu perfil. De hecho, ahora es un buen momento para intentar responder a estas preguntas: ¿tienes el mismo volumen de oportunidades profesionales que cuando encontraste tu último empleo? ¿Ves pocas ofertas profesionales relacionadas con tu especialidad? Si es así, toca coger el toro por los cuernos y retomar los libros.
www.quecursar.com